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Cuando mi hermana Carmen y yo éramos niños en casa solo se hablaba de trabajo. Cada comida, cada cena. Nuestros abuelos y nuestros padres habían vivido una guerra y postguerra. Los hobbies y el tiempo libre eran algo que simplemente no existía. Su vida era el trabajo. Cuando Carmen y yo creamos nuestras propias familias tuvimos claro que queríamos algo diferente. Por eso, yo nunca he hablado de trabajo en casa.
Siempre soñé con que mis hijos quisieran dedicarse al negocio familiar, igual que yo siempre lo quise. Pero he evitado incentivarlo, motivarlo o imponerlo porque a veces eso tiene justamente el efecto contrario. Los tres, Luis, Naomi y Roberto, han sido libres para decidir y no puedo estar más feliz de que su decisión fuera trabajar en RIU Hotels. Y no es solo amor de padre, o de tío, si digo que creo firmemente en el talento de la cuarta generación para ser los líderes del futuro. Hoy quiero presentar a Luis Riu Rodríguez, mi hijo mayor, que en sus manos tiene la responsabilidad de Ingeniería y Mantenimiento (SAT) y Operaciones del Atlántico, y continúa en Obra y Diseño y Energías renovables. Es un profesional de mente ágil, talante serio y gran capacidad de trabajo.
Luis Riu Rodríguez: formación y experiencia desde la cuarta generación de RIU Hotels
Físicamente se parece mucho a su madre, lo cual es una suerte porque es la más guapa de la familia, pero en su forma de pensar creo que se parece más a mí. Es capaz de tomar bien la medida de las cosas y ser cauto en sus reacciones. Lo que más me gusta de trabajar con él es que es muy rápido. Entiende a la primera y no pierde el tiempo en argumentaciones innecesarias. Esta es la gran diferencia de trabajar con profesionales de verdad, que pocas palabras bastan.
Hay una parte innata, pero también es cierto que las nuevas generaciones llegan a la empresa muy bien formadas y con experiencia laboral. Luis estudió Económicas en la Universidad de Kent en Reino Unido, un Máster en Económicas en California (UCSB) y de Marketing en la EAE de Barcelona. Antes de incorporarse a RIU trabajó en banca de inversión con BBVA Londres. “Sí, pensé que era muy sano no empezar directamente en RIU. Trabajé en Options Desk y eso significa que entras cuando abren los mercados, sobre las 6:00 de la mañana, y no sales de allí hasta las 18:00 o las 19:00. Un entorno muy competitivo con condiciones muy duras. Pero te amoldas y aprendes. Creo que fue una buena experiencia” asegura mi hijo Luis.
Aprendizaje sobre el terreno en los hoteles de RIU en América
Después, en RIU, ha adquirido experiencia tanto en Operaciones como en Obra y Diseño. De su tiempo en Operaciones recuerda con mucho cariño su trabajo en Jamaica. “Fue muy complejo, es un destino alejado de todo y muy diferente a trabajar en destinos latinos. Pero precisamente por eso se crea mucha comunidad y mantengo muchas amistades de esos años. Además, estuve con Alejandro Sánchez, no solo en Jamaica, sino también en Nueva York y Miami. Él es un gran maestro y tiene un corazón enorme”, recuerda Luis.
No hay duda de que Operaciones es un trabajo muy complejo. Son los que dan la cara ante el cliente cada minuto de cada día. El trabajo es más repetitivo que en Obra, donde es más creativo, pero requiere de mucha capacidad de gestión y mucha mano izquierda. Yo creo que es muy importante que todos los miembros de la familia adquieran esa experiencia. Somos hoteleros y tenemos que entender el día a día de nuestro negocio.
“También aprendí mucho en Punta Cana donde fui un tiempo el adjunto de Pedro Santamarina, que como director de Operaciones tiene otra responsabilidad a la de dirección de hotel. Se acababa de implantar la Riu Party y fue allí donde asumí la supervisión del proyecto, propuse muchos cambios y mejoras como el estilo de música, los tiempos, los momentos Wow, así como su expansión a Guanacaste, al Riu Republica y todos los demás destinos. Me llegó un poco por casualidad en sus inicios, pero ahora estoy muy contento de liderar su expansión y evolución”, asegura mi hijo Luis. Riu Party es un proyecto muy consolidado y de futuro. De esas iniciativas que nos diferencia de la competencia. Yo estoy muy contento con la evolución que ha tenido, más aún cuando puedo pinchar en alguna de las fiestas. Luis lo lleva muy bien, junto con el equipo Riu Party. Él tiene una visión desde el lado de la fiesta, de la experiencia que viven los asistentes. En cambio, a mí, el lado que más me gusta es el otro, el de la mesa del DJ.
“Mi padre tiene las cosas muy claras y como falla poco, todos le seguimos” explica mi hijo Luis. “Durante estos cinco años mi hermano y yo nos hemos esforzado en observar y aprender antes que proponer innovaciones. Y a la hora de introducir novedades, lo hemos hecho poco a poco. Nunca hemos propuesto locuras”, asegura Luis.
Luis y Roberto Riu Rodríguez, un tándem muy eficaz con nuevas ideas para RIU
La gente joven trae cosas muy positivas a la empresa. Traen una mente limpia, beben de otras fuentes de información, en algunos aspectos tienen clarísimo lo que quieren y reconozco que yo me resisto al cambio. Hay innovaciones que son un riesgo, que si salen bien es fantástico, pero si salen mal son difíciles de revertir. A pesar de esto, la mano de Luis y de Roberto, que en la parte de Obra y Diseño han formado equipo, se nota ya en nuestros hoteles. Luis recuerda que “desde el proyecto del hotel Riu Palace Tropical Bay en 2018 son ya más de 25 las obras de hotel nuevo o renovaciones en las que hemos intervenido y creo que nuestra mano se nota mucho en el interiorismo, sobre todo en los lobbies y en los restaurantes”.
Y este camino ha culminado en la reforma del hotel Riu Palace La Mola en la que Luis y Roberto han tomado todas las decisiones. Hasta yo estoy sorprendido con el resultado. El hotel ha quedado precioso. Ahora tenemos que ver si las cifras acompañan la apuesta. A mí me encantaría que saliera bien. Pero una cosa tengo clara, si es un éxito, como ya lo está siendo, será mérito de Luis y Roberto, pero si no sale bien, la responsabilidad es mía. Y no lo digo con amargura. El trabajo de los jóvenes es hacer y equivocarse. Y el trabajo de un líder, sobre todo en la empresa familiar, es hacer, enseñar a hacer, dejar hacer y mientras siga al frente, asumir toda la responsabilidad.
Creatividad, instinto y visión para liderar el futuro de RIU Hotels
Y precisamente en esto último he estado centrado estos últimos cinco años porque de poco sirve saber hacer si no lo transmites a la siguiente generación. Joan y Naomi han estado más cerca de Carmen, y ella tiene otro estilo completamente diferente. Ella cree más en dejar libertad y que cometan sus propios errores. Yo en cambio he querido estar muy cerca de ellos, que estuvieran involucrados en todo, que oyeran, vieran y opinaran. Así durante el tiempo suficiente antes de lanzarse. Creo que es el proceso inverso a lo que vivimos Carmen y yo en su momento. Ella, al estar en Mallorca, estuvo muy cerca de nuestro padre, Luis Riu Bertrán. Pudo ver, escuchar y absorber mucho conocimiento. Yo primero me fui a Canarias y luego a Punta Cana. Pasé muy poco tiempo con él antes de su muerte y siempre he echado eso de menos. Lo pasé muy mal estando solo y si podía, quería evitárselo.
Y no es que quiera que hagan las cosas exactamente igual que yo. Con lo que ahora saben tomarán sus propias decisiones. Pero siento que ahora ya, por fin, si yo no estuviera o nos faltara alguien clave del equipo, ellos podrían liderar la parte de diseño y obra que para nuestro modelo de negocio es tan importante. Este tiempo también me ha servido para ver que tanto Roberto como Luis tienen instinto y visión para liderar este área. Es un trabajo con un componente creativo muy elevado. Hay una parte de experiencia, pero otra que no se puede aprender, y ellos la tienen.
“Roberto y yo hemos formado un buen equipo. No hemos tenido nunca rifirrafes. Nos conocemos muy bien y sabemos perfectamente hasta dónde llegar y no traspasamos nunca las líneas. A veces me toca ceder a mí y otras veces lo hace él. La verdad es que estamos en la misma página y somos capaces de priorizar el proyecto por encima de todo”, explica Luis sobre cómo es trabajar con su hermano pequeño Roberto. Siempre se han llevado bien, pero la verdad es que no me esperaba que se llevaran tan bien. Forman un gran tándem. Han estado muchos años juntos y han conseguido impulsar propuestas como la del proyecto de Eficiencia Energética, gracias al cual ya tenemos instalaciones fotovoltaicas en 22 hoteles.
Un relevo organizado y tranquilo en los puestos directivos clave de la cadena
Es cierto que este tándem ha funcionado de forma unida durante cinco años, de hecho, compartieron despacho cuatro años, y ahora ha llegado el momento de que cada uno desarrolle su proyecto. Luis fue nombrado en febrero de este año director ejecutivo de Operaciones de la zona Atlántica, del SAT, que es el área de Ingeniería y Mantenimiento, y seguirá compartiendo con Roberto responsabilidad en Obra y diseño y Eficiencia Energética. “Cuando mi padre me preguntó mi opinión, yo le dije que estaba preparado. Está claro que, en cuanto a Operaciones, en la zona de Félix Casado, ahora mismo estoy para escuchar, aprender y asimilar. Félix ha creado una gran escuela y yo tengo una gran vinculación con Canarias, ¡la mitad de mi familia es canaria!, así que muy contento por esta decisión”, comenta Luis.
En la parte de SAT, la jubilación de su director Ramón Arroyo está cerca y su sucesor, Juan Manuel Trías, ya está incorporado para poder hacer una transición tranquila y segura. Creo que para Luis y Juanma es muy bueno que formen equipo desde el principio. Es algo que siempre marca y para mí las relaciones de confianza con las personas que estuve en Canarias y Punta Cana han durado toda la vida. Este es un ejemplo de relevo muy bien planificado. Llegarán más cambios y habrá que afrontarlos de forma ordenada y profesional. Tener a tantos miembros de la familia en los puestos directivos es una forma de asegurar este relevo en puestos clave.
Una nueva etapa en la historia de la cadena hotelera y de la familia Riu
Como todo en la vida, la experiencia es un gran valor; y en una empresa familiar, más aún. De hecho, si le pregunto a Luis por sus referentes, le gusta mucho destacar a mi madre, a Doña Pilar Güell. Quiere mucho a su abuela, pero también la admira profesionalmente. Creo que fue sobre todo en Jamaica donde se dio cuenta del enorme cariño y respeto que le tienen. “Mi abuela es una escuela de humildad, de trabajo, de esfuerzo, de mirar hacia adelante, de ayudar a tu gente… Mama Riu la llaman en Jamaica”, explica orgulloso Luis. Y es que creo de verdad que mi madre es la más querida de la familia. La estela que dejó en la gente, sobre todo en los hoteles, es brutal. Todavía me preguntan por ella en México, en Canarias, en Jamaica o en República Dominicana; y se siente el cariño de verdad.
Me gusta mucho de Luis este respeto a la familia y que es muy valiente. No le asustan los cambios y las responsabilidades. Si le he dado algún consejo de mejora alguna vez, es que sea más cariñoso. Es muy serio, lo cual no es malo, pero hay que compensarlo con simpatía y con empatía. Precisamente una de esas virtudes de Doña Pilar que son una excelente herramienta de liderazgo.
“Tiene razón, él es un jefe muy exigente, muy duro. Pero al mismo tiempo sabe conectar con las personas. Y me gusta mucho también su capacidad para cambiar el chip cuando llega a casa. Con el trabajo no se juega, pero en casa hay que reír, disfrutar, pinchar, salir de fiesta. Esta es otra faceta admirable. Para mis abuelos la vida fue el trabajo, mi padre en cambio ha conseguido desarrollar su hobby y tener en su faceta de DJ una válvula de escape muy potente”, explica Luis. Lo que también es verdad es que soy igual de meticuloso en el trabajo que en mis hobbies. Me lo tomo muy en serio. Y soy un animal de costumbres. A él en cambio le gusta conocer lugares y sabores nuevos. “Me gusta mucho viajar, además todo tipo de viajes, hasta de mochilero. Y considero comer como un gran placer de la vida. Me encanta probar cosas nuevas”, cuenta mi hijo Luis. Esto contrasta mucho conmigo, que llevo 28 años yendo a Formentera cada año para las vacaciones. Y es que pienso que, si algo es bueno, te gusta y funciona, ¿para qué cambiarlo?
Cambios graduales para mantener a RIU Hotels como un referente mundial del turismo
Hobbies aparte, quiero decir que tengo una gran confianza en el futuro de RIU. Si no suceden eventos extraordinarios de enorme alcance, que no se puede asegurar, veo esta empresa muy fuerte y en la senda del crecimiento. Creo que en 10 años puede sorprendernos el tamaño que vamos a alcanzar. Y para poder gobernarla bien, necesitamos a esta cuarta generación que ya está tomando los mandos. Y está bien que no sea ni uno, ni dos. Hará falta el esfuerzo de todos. Cada uno en su área de responsabilidad y con el objetivo común de cuidar la empresa. Esta fórmula será mucho más amable para ellos y mucho más justa para RIU.
Mi hijo Luis tiene su propia visión del futuro. “Creo que la responsabilidad de la cuarta generación es conseguir que RIU Hotels siga igual de bien, adaptándola poco a poco al entorno cambiante. Aplicar el KAIZEN de la filosofía japonesa que nos anima a la mejora continua, es decir, que podamos ir aplicando pequeños cambios a mejor. Nunca cambios radicales, somos lo que somos y es lo que nos ha traído hasta aquí. Pero no perder de vista las adaptaciones y pequeños cambios necesarios para sostener ese éxito en el tiempo”.
Yo solo espero que además de un gran directivo sea también un gran propietario. La nueva generación tiene que tener buenos gestores para tomar decisiones rápidas y adecuadas. Además, todos ellos serán propietarios. Y eso no te lo otorga un notario sino la capacidad de ver la foto más grande. Aquella que te muestra la responsabilidad con más de 38.000 familias. Y esa visión te la da tu papel como propietario, no directivo. Espero saber delegarlo también.
Fdo. Luis Riu
